Las chinches de la cama
Las chinches son verdaderos insectos (Orden Hemíptera), pertenecientes a la familia Cimicidae. Los cimícidos son insectos heterometábolos, de metamorfosis incompleta, que pasan por tres fases principales de desarrollo: Huevo - Ninfa(s) - Adulto.
Existen dos especies de chinche de cama que afectan a los seres humanos, una es Cimex lectularius L. y la especie tropical de chinche de cama llamada C. hemipterus Fabr.
Al igual que todos los demás miembros de esta familia, se alimentan exclusivamente de sangre y para desarrollarse entre estadios (etapas de la vida) y reproducirse requieren una alimentación (toma de sangre) de un individuo entre una amplia gama de hospedadores vertebrados. La duración del ciclo de huevo a adulto dependerá de las condiciones de temperatura y también de la posibilidad de alimentarse. En condiciones óptimas pueden completarlo en 5-6 semanas. Por debajo de los 9ºC cesa su actividad, y a una temperatura de 13ºC podrían resistir hasta 18 meses sin alimentarse.
Cimex spp presenta un color rojo-pardo, más claro en el caso de las ninfas, y una típica morfología aplanada dorso-ventral. Los adultos tienen un tamaño de entre 5-6 mm. Se suele decir que se asemejan a una semilla de manzana. Carecen de alas pero son buenos corredores. Esta configuración anatómica aplanada le permite encontrar y explotar refugios próximos a su fuente de alimentación, en los que se pueden encontrar números considerables de individuos en las distintas fases del ciclo de vida del insecto.
REFUGIOS: Tienen predilección por materiales tipo textil, así pues suelen refugiarse en colchones (costuras, botones), moquetas, tapicería, costuras y cremalleras de cojines, pero también en grietas y pequeñas oquedades que ofrecen suelos, paredes y mobiliario como cabeceros de la cama, somieres, marcos de puertas y ventanas, mesillas de noche, cuadros, lámparas, etc. En casos de infestaciones graves se pueden encontrar en sitios inverosímiles como enchufes, clavijas de la luz, aparatos electrónicos,…
Las infestaciones iniciales normalmente están alrededor de las camas, pero las chinches eventualmente se pueden se pueden dispersar a lo largo de un cuarto, ocupando cualquiera hendidura o lugar protegido. Incluso se pueden ocupar las paredes de las habitaciones contiguas.
Las chinches pasan la mayor parte de su tiempo agregadas en estos refugios, esperando que llegue la noche para salir a alimentarse, aunque hay situaciones en las que se adaptan para comer de día, como por ejemplo si se encuentran en un sofá y la víctima por costumbre se acuesta todos los días a hacer la siesta. Suelen detectar a la víctima por las emisiones de CO2 y el calor corporal.